viernes, agosto 26, 2005

Efectos nocivos del tabaquismo

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Agencia Roiters, Agosto 26.- Estudios realizados en la Universidad de Chiang Chiang, en China, revelaron nuevos efectos nocivos del tabaquismo en los seres humanos. Una sustancia presente en los cigarrillos con filtro (la cual hasta ahora había pasado inadvertida a los científicos), identificada como Monodrol, mezclada con ron Bacardí o brandy Presidente, es la causante del Síndrome Extremo de Regresión Evolutiva (SERE), el cual provoca transformaciones irreversibles en el aspecto externo del adicto al tabaco, además de los consabidos cánceres y enfisemas pulmonares.

En la foto, uno de los afectados con el SERE luego de haberse fumado cuatro cajetillas de Marlboro rojos acompañadas de diez cubas libres en menos de 6 horas. No obstante su penosa situación, el tipo parece que se la pasa a toda madre.

Quesque el fin de la literatura nacional

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Vean nomás a este cabrón nacionalista que se niega a globalizarse.
Así nunca lo van a mencionar en Letras Libres.

Alberto Chimal se robó un artículo de Christopher Domínguez Michael del blog de Tryno Maldonado, quien a su vez se lo robó del Reforma. La polémica se ha abierto y mi opinión sobre el texto fue ésta:

Lo primero que hay que entender es que CDM es un crítico (primer punto en contra) mexicano (segundo punto en contra) de uno de los grupos de poder cultural más anquilosados del país (tercer punto en contra).

CDM es representante de una tradición crítica eminentemente occidentalista, eurocentrista para ser más exactos, que propugna una geografía literaria en la que el ombligo del mundo es Europa y su apéndice idiota (Estados Unidos). Todo lo demás es periferia, y por lo tanto menor. Quiere seguir los preceptos de Harold Bloom sin haber leído la centésima parte de los libros que él ha leído, pero además sin su talento. No obstante, HB es muy claro, a nadie engaña: su libro se llama El canon occidental, no El canon universal ni El canon global. Obviamente, lo que plantea y ha planteado siempre CDM y el grupo del que forma parte es que entre más se parezca la literatura escrita por personas nacidas en este país a lo que hacen los nacidos en Europa o en EU, más “universal” o “global” será.

El nacionalismo, como cualquier otra ideología, es un instrumento de poder, que fue utilizado con diversos fines en la historia reciente de México. Ahora, ya no conviene ser nacionalista sino “globalizado”, abierto al “mundo”, a la “multiculturalidad”.

My ass (en inglés pa’ que me entiendan los globalizados).

Todos los escritores escriben desde su aquí y desde su ahora, es decir, desde su idioma, desde su lengua. Es lo único a lo que no pueden escapar. Aunque Volpi o Padilla o Urroz o Palou o Tryno sitúen sus novelas en Europa o África o la Luna, no dejarán de mostrar que son escritores mexicanos. Porque la única patria de un escritor es el lenguaje, es decir, la lengua, el idioma en el que aprendió a relacionarse con el mundo, aunque después aprenda muchos otros idiomas o haya vivido mil años en París o Praga. Y en nuestro caso, se trata del español que hablamos en México. Eso es lo que configura la forma de pensar, de sentir, de percibir y de expresar de un escritor. Si todos ellos en verdad quisieran ser cosmopolitas escribirían en inglés o francés o en cualquiera de las lenguas de la “metrópoli”. Y aún así, podría parecer que no son mexicanos, pero en realidad de alguna u otra forma se revelaría que son mexicanos escribiendo en inglés o en alemán.

En suma, cuando todos en el planeta escribamos en inglés o en chino, podría hablarse del fin de las literaturas nacionales. Todo lo demás es puro wishful thinking (o sea, chaquetas mentales pa’ que me entiendan los no globalizados).

jueves, agosto 25, 2005

Buscando al Umbral

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Mi amiga, la talentosa y bella escritora Ana Romero, me escribió ayer un mensaje bastante críptico que, después me aclararía, era una recomendación.

Decía así:

"Mortal y Rosa" de Francisco Umbral.
Esa es la cosa...


No lo he leído ni tengo ningún libro de Umbral (tantas cosas que leer y tan poco tiempo...), pero me puse a buscar quién era y me encontré una antología de fragmentos de su obra, y nomás por este textito, que me recordó lo que decía Pound, me dieron más ganas de leerlo (nomás lo consigo y luego les platico):

Canibalismo estético
por Francisco Umbral


Sólo robando de otro se aprende a escribir, y, por eso, la literatura está entre los delitos comunes. El estilo es una cosa de juzgado de guardia. A la burguesía y a los críticos burgueses siempre los han ofendido los estilistas como cosa personal, y los denuncian en la comisaría. Críticos como Clarín necesitan novelistas como Galdós. Prefiero el robo a la influencia. El robo y el asesinato. La literatura se erige sobre un crimen o no es verdad. El robo o el asesinato de otro autor es lo que puede nutrir de sangre y adjetivos toda una obra.

Toda gran obra es un botín múltiple. Al artista le está permitido llevarse el oro de los palacios, siempre que no lo empeñe al día siguiente en Veguillas, sino que haga, de un tenedor, una miniatura a lo Cellini.

martes, agosto 23, 2005

K-Pax, my ass

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¿Se acuerdan del dichoso "Piano man", un tipo al que encontraron perdido en una playa de Inglaterra, que no hablaba pero que tocaba excelsamente el piano, y que algunos fantasearon con que era una especie de extraterrestre, como en K-Pax (película, por cierto, que se fusiló la idea de Hombre mirando al sudeste, de Eliseo Subiela)?

Pues resulta que en realidad era un gay alemán que se quería suicidar y que no tocaba tan excelsamente el piano sino unas cuantas notas (y mal, por cierto).

Carajo, ya ni las leyendas urbanas están a la altura de sus propios mitos.


Se resuelve misterio del "pianista"

Tomado de El Universal
Martes 23 de agosto de 2005

LONDRES (DPA). El rompecabezas en torno del misterioso "pianista" se ha resuelto: el presunto músico que a comienzos de abril fue hallado en la costa británica con las ropas empapadas y que no respondía a las preguntas sobre su identidad es de origen alemán. Es un joven de 20 años de Baviera, confirmó un portavoz del Ministerio del Exterior en Berlín.

El hombre regresó este fin de semana a Alemania. Según el Daily Mirror , su padre posee allí una granja. El "pianista" engañó con su presunta amnesia a los médicos de la clínica que lo estuvieron tratando todos estos meses en los que no pronunció una sola palabra.

Desde el principio el joven respondía a todas las preguntas dibujando un piano. De ello se infirió que podía tratarse de un músico que quizás había sufrido una experiencia traumática o un colapso nervioso, y se decía que tocaba increíblemente bien música clásica. "Lo que dicen ahora es que golpeaba constantemente una tecla en la capilla del centro", asegura el Daily Mirror.

El caso llenó titulares en todo el mundo. Más de mil personas llamaron dando datos de amigos desaparecidos, vecinos o colegas.

Según el Daily Mirror, el viernes una enfermera le preguntó: "Bueno, va a hablar hoy con nosotros?" Y él respondió: "Sí, creo que sí".

Al parecer, le dijo a los médicos de la clínica que había perdido su trabajo en París y que viajó a Inglaterra donde pretendía suicidarse. Sin embargo, cuando fue abordado por la policía e interrogado, se acordó del comportamiento de los enfermos mentales, a los que solía cuidar en el pasado.

La Seguridad Social británica, que gastó mucho dinero en el cuidado del joven, quiere ahora demandarlo, asegura el diario.

martes, agosto 16, 2005

Recuérdame...

En efecto, Mayra:

La ignorancia es una forma de la felicidad.

La excesiva realidad de un poco de cacao

Ni siquiera se puede uno comer un gansito a gusto, carajo. No lo dice Baudrillard, pero si lo dijera, estaría de acuerdo con él: hay cosas que no debemos saber. Vivimos más felices sin conocerlas. Presenciarlas es obscenidad, y aquí Baudrillard sí opina, y afirma que en lo obsceno existe lo real y esto es “algo más verdadero que lo verdadero”.

Llevaba casi treinta años disfrutando esporádicamente esos pastelillos ante los cuales cualquier postre francés es un insulto. Los gansitos. Hoy, para mi desgracia, descubrí que tienen tantas calorías y aún más grasa que una de esas asquerosas barras de chocolate norteamericanas. Tomé con los dedos las últimas chispas de chocolate que quedaron en la envoltura, y le dije adiós a la última vez que podía comerlo de esa manera. La maldita información lo ha estropeado todo. Cada exdeliciosa mordida me sabrá ahora a once gramos de grasa polisaturada.

Escalera al cielo

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Para Lola, desde luego

Ascender por sus pies como nubes
sus piernas
mástiles inamovibles de la brisa

Perderse en la jungla de Venus
luchar con la insaciable fiera de su roja humedad
bañarse en la rotonda de su vientre
reclamar el alado triunfo
de sus pezones intocados

Seguir ascendiendo
por la agonía de su cuello
derribarse en sus labios
como una fortaleza húmeda

La luz de sus ojos
cada vez más cerca...

(¡Diablos!
¿Eso que tiene en la nariz es un piercing?)

lunes, agosto 15, 2005

Literatura: Escritura y prostitución

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"¿Qué? ¿De a cuánto los versos libres, mi poeta erótica?"

por Rafael Gumucio

A ningún escritor le gustan las malas críticas. Yo he probado de ese amargo cáliz y puedo dar fe de que nada se compara con la sensación de desnudez, de orfandad, de rabia e impotencia que provoca ver a un tipo destruir en pocos párrafos tus años de trabajo. Lo que poca gente sabe es que las buenas críticas, y aun las más delirantemente favorables, producen la misma sensación de frío, vértigo y soledad. La única diferencia es que tienes que reprimirla para no pasar por malagradecido ni por amargado o resentido.

Y de pronto, la alegría con que parientes y amigos te tratan cuando te critican con compasión, te hace ver que tu novela, tu poema, tu ensayo, tus líneas —tuyas y sólo tuyas—, son ya propiedad de otros. Para explicar este fenómeno, recurriré a una metáfora vulgar, pero singularmente efectiva: el escritor, a la hora de la crítica, se siente íntimamente prostituido.

El escritor es una prostituta, un profesional del placer que entrega su intimidad más recóndita a un cliente (el crítico o el lector), quien se puede dar el lujo de no gozar, de juzgarte, o de gozar sin pensar en ti. Y si se te ocurre enamorarte o detestar a un cliente (que es lo que le sucede a los escritores que viven dialogando con sus críticos), el cabrón te descalifica y te deja como un loco con el que no se puede contar.

Para ser un buen escritor profesional, así como para ser una buena prostituta, hay que inventarse una segunda piel para que la desnudez sea un vestido, y crear en la mente y en el cuerpo espacios privados al que ningún cliente pueda acceder. Para ser una buena prostituta, como para ser un buen escritor, hay que saber fingir muy bien, hasta perder por completo el uso de la sinceridad y muchas veces terminar enamorado del más imbécil y bestial de los hombres (de los críticos o lectores) que te frecuenten.

Se puede vivir de la prostitución y la escritura dignamente, pero eso no quita que, en lo más profundo, escritores y prostitutas comercien con la intimidad, con el secreto, con el imaginario y con la memoria, con el cuerpo e incluso a veces con el alma. Y cuando el gordo que iba pasando, el jeque árabe o el juez que quiere que lo azoten juzgan tu performance y alaban tu carne y tu esfuerzo, uno se siente sucio y solo, uno siente que ha sido relegado a la última fila del cine del mundo.

Escritura y prostitución desnudan de la manera más cruel y más íntima los mecanismos del mundo. La vida como mercancía, el fingimiento como verdad, la mentira como protección, y la desnudez que da terror. Y, finalmente, para tristeza de los buenos profesionales, tanto en la literatura como en la prostitución, sólo alcanzan la excelencia quienes viven cada encuentro y cada lectura con la intensidad del primer amor. Sólo las ninfómanas y los egocéntricos enfermos que se queman luego y se matan, o desaparecen, son añorados por la clientela.

En la literatura, como en la prostitución —o como en casi todo lo que importa—, sólo los malos profesionales llegan a la cima. Los otros sólo intentamos ser dignos y tener la libreta sanitaria al día.

(Tomado de Letras Libres, Mayo 2004)

miércoles, agosto 03, 2005

Ya rugiste, León Michel

Pues como no era de esperarse, por primera vez en mi vida bloguera una propuesta mía hecha desde el blog encuentra eco eco eco eco.

Y como sí era de esperarse, el buen Aldán coloca el balón con talento de crack.

Por lo tanto, va el pase a la olla y aventuro algunas consideraciones en talante de propuesta:

1) De acuerdísimo en que si esto nace en la blogósfera, en la blogósfera empieza y ya luego a ver a dónde se va.

2) ¿Cuento o novela? Podrían hacerse dos experimentos: un cuento por barrio o colonia, o una novela con escenarios y personajes en varias colonias o zonas.

3) Propongo que, además de definir el espacio geográfico, se defina el aspecto temporal: de 1985 a la fecha, por ejemplo.

4) Que se trate de abarcar a diversos tipos de personajes, de preferencia característicos de cada colonia o barrio. Si hay aspectos contrastantes (por ejemplo, Santa Fe), mucho mejor.

5) Aparte de esto, tema y forma libre, pero sobre todo tratando de experimentar con la multimedia (en esto Aldán tendría que explicar más en qué consistiría).

6) Tendría que ser un blog colectivo, con fechas de entrega y compromiso de cumplir.

7) ¿Límite o sin límite de participantes?

8) ¿Sólo DF o también zona conurbada?

La gran novela de la Ciudad de México

Alberto Chimal propone esto:

"Apenas hace unos segundos, para otro artículo, escribía la tristeza que me dan algunos colegas jóvenes que, de un tiempo para acá, empiezan a parecerse a las “cargadas” de escritores supuestamente comprometidos de hace treinta o cuarenta años, y por todos lados proclaman que lo que les importa es el análisis de la realidad, como si todos quisieran volverse intelectuales a la vez. ¿Qué opinan ustedes?"

Me tomé el atrevimiento de dejarle un comentario, pero lo reproduzco aquí, a ver qué les parece.

Ojalá pudiéramos ponernos de acuerdo y hacer algo, incluso a nivel de blog.

Se reciben propuestas, alegatos y reclamos.

Mi comentario:

Pues yo creo que debería haber lugar para todo, y que a pesar de que hay muchos escritores en México, hay pocas propuestas literarias que valgan la pena. Es tan válido que un escritor emprenda “el análisis de la realidad” como que otro decida escribir sobre cosas emanadas totalmente de su imaginación, con poca relación con “esta realidad”.

No obstante, hablando del lado de “los realistas” que es el tipo de literatura que más me llama, siento que hace falta contar muchas cosas desde “esta realidad”, sin hacer periodismo ni crónica, sino literatura, contar las historias de los personajes que habitan esta ciudad.

Imagínate: Todavía se sigue considerando “la gran novela de la ciudad de México” a La región más transparente, cuando esta ciudad ha crecido y cambiado brutalmente desde 1958. Es como decir que los personajes citadinos son los mismos desde Nosotros los pobres.

Por otra parte, esta ciudad es inabarcable por un solo escritor. No tenemos los arrestos de Balzac, pero Mexico City es un monstruo comparada con París. Tendríamos que repartirnos la ciudad por zonas, por colonias, por barrios o hasta por calles, y escribir entre muchos la gran novela de la ciudad de México, en la que aparezcan personajes de todos los estratos sociales, desde el lumpen hasta la élite económica y política. Eso no lo estamos haciendo, o lo hacemos pero muy tímidamente.

Sería bueno echar a andar una iniciativa así, ¿no crees?

Un recordatorio

En lo que me termino de instalar, no está de más recordarles lo del próximo lunes.

Por favor, no me vayan a fallar, que luego es re feo que haya más personas arriba en el escenario que en las butacas.

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martes, agosto 02, 2005

Ustedes disculpen

Apenas me ando cambiando.
En un ratito los atiendo.
Pasen y siéntense donde puedan.