miércoles, agosto 03, 2005

La gran novela de la Ciudad de México

Alberto Chimal propone esto:

"Apenas hace unos segundos, para otro artículo, escribía la tristeza que me dan algunos colegas jóvenes que, de un tiempo para acá, empiezan a parecerse a las “cargadas” de escritores supuestamente comprometidos de hace treinta o cuarenta años, y por todos lados proclaman que lo que les importa es el análisis de la realidad, como si todos quisieran volverse intelectuales a la vez. ¿Qué opinan ustedes?"

Me tomé el atrevimiento de dejarle un comentario, pero lo reproduzco aquí, a ver qué les parece.

Ojalá pudiéramos ponernos de acuerdo y hacer algo, incluso a nivel de blog.

Se reciben propuestas, alegatos y reclamos.

Mi comentario:

Pues yo creo que debería haber lugar para todo, y que a pesar de que hay muchos escritores en México, hay pocas propuestas literarias que valgan la pena. Es tan válido que un escritor emprenda “el análisis de la realidad” como que otro decida escribir sobre cosas emanadas totalmente de su imaginación, con poca relación con “esta realidad”.

No obstante, hablando del lado de “los realistas” que es el tipo de literatura que más me llama, siento que hace falta contar muchas cosas desde “esta realidad”, sin hacer periodismo ni crónica, sino literatura, contar las historias de los personajes que habitan esta ciudad.

Imagínate: Todavía se sigue considerando “la gran novela de la ciudad de México” a La región más transparente, cuando esta ciudad ha crecido y cambiado brutalmente desde 1958. Es como decir que los personajes citadinos son los mismos desde Nosotros los pobres.

Por otra parte, esta ciudad es inabarcable por un solo escritor. No tenemos los arrestos de Balzac, pero Mexico City es un monstruo comparada con París. Tendríamos que repartirnos la ciudad por zonas, por colonias, por barrios o hasta por calles, y escribir entre muchos la gran novela de la ciudad de México, en la que aparezcan personajes de todos los estratos sociales, desde el lumpen hasta la élite económica y política. Eso no lo estamos haciendo, o lo hacemos pero muy tímidamente.

Sería bueno echar a andar una iniciativa así, ¿no crees?

16 Comments:

Blogger fenririel said...

La idea es enervante. Narrar la ciudad por rincones es algo que sospecho más extenso que, digamos, el Quijote. Pero valdría la pena. Y dado que mi síndrome de torre de marfil me da cierto conocimiento de mis rumbos... jajaja, sí, claro, qué osadía la mía.

Saludos, qué bueno verte de regreso.

4:19 p.m.  
Blogger Enigma said...

Seria una obra dificil de coordinar pero no imposible de arrancar.

Saludos

El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra

4:42 p.m.  
Blogger Fatal Espejo said...

Hola, Guillermo, y un abrazo en este nuevo sitio.

La iniciativa me intriga: tendríamos (digo, me gustaría poner mi parte) que ser miles, y escribir más bien cuentos que novelas, porque si no al terminar estaríamos ya desfasados; pero valdría la pena, en especial por la naturaleza múltiple del trabajo. ¿Por qué no?

Sobre mi nota, yo pensaba más bien en los aspirantes a intelectual "sólo-agregue-agua-para-verlos-convertirse-en-Octavio-o-Carlos" que en los narradores. No son lo mismo. El análisis de la realidad siempre hará falta, pero no puede tomarse como un programa ni hacer literatura para subir en el escalafón: el impulso de cualquier proyecto realista tendría que ser como el de este que propones, y el resultado un fin y no un medio.

Seguimos en contacto...

5:16 p.m.  
Blogger Magda Díaz Morales said...

Guillermo, en lo personal no veo ningun inconveniente que existan escritores jóvenes que quieran parecerse a los de hace 30 o 40 años, a mi me encantaría parecerme a Inés Arredondo, por ejemplo, en esa búsqueda de la realidad a través del arte, o a cualquiera de la Generación de Medio Siglo (y mucho antes, un Musil, por ejemplo). Y mira que eran escritores comprometidos, sobre todo con la literatura.
Creo como tú, que debe de existir lugar para todo, la cosa es que escriban bien, analises o no la "realidad", ya que aunque la analizaran sería su lectura de la realidad, no la realidad misma. Así que no le hallo problema. La literatura misma toma a la lengua de la "realidad" y le da intencionalidad estética en su creación narrativa, así que si un escritor analiza la realidad y al escribir su novela o cuento le da intencionalidad estética, resultará bello, siempre y cuando lo que haga sea literatura.
Un beso
:)

5:26 p.m.  
Blogger Magda Díaz Morales said...

Por cierto, que bella está la imagen de la cabeza de tu blog
:)

5:31 p.m.  
Blogger edilberto aldan said...

La Novela de la Ciudad... Ah, LA NOVELA... bien, una vez extasiado por la idea, dejo paso a la coincidencia plena con lo que comenta Alberto Chimal.
Y agrego: ninguna novela (no al menos como ahora las conocemos y concebimos) sería capaz de abarcar la Ciudad de México (o New York o Tokio o Buenos Aires, etcétera), en todo caso lo más que se puede alcanzar es la representación de un fragmento de esa Ciudad. Así que le apostaría más a una narrativa de la Ciudad que intentara abarcar sus infinitas voces que a una novela que sólo reflejara un pequeñísima parte.
Al igual que Chimal me intriga la iniciativa, así que propongo un intercambio de correos electrónicos para darle forma al proyecto, ¿cómo ve Maese Vega?
Ah, sé que me estoy adelantando, pero si me permiten participar pondría dos condiciones:
1) La iniciativa partió de una bitácora y en internet debe arrancar (ya luego pensamos en el otro mundo, con este es suficiente), por tanto le apostaría a una escritura de características multimedia (what ever that means)
y
2) Pido la Colonia San Rafael, es decir, el monstruo atrapado entre Insurgentes Centro, San Cosme, Circuito interior y Sullivan (incluye Parque de las Artes y Monumentos a la Madre)

Pateado el balón, espero el pase



La iniciativa me intriga: tendríamos (digo, me gustaría poner mi parte) que ser miles, y escribir más bien cuentos que novelas, porque si no al terminar estaríamos ya desfasados; pero valdría la pena, en especial por la naturaleza múltiple del trabajo. ¿Por qué no?

6:21 p.m.  
Blogger Manuel Dávila Galindo Olivares said...

Si bien la "Gran Novela de la Ciudad de México" es un tema poderoso, incluso más ambicioso que poner el tren bala, definitivamente creo que le intento sería maravilloso, tal vez mi idealismo me haga sentir que el encanto de la Ciudad de México reside en sus pequeñas e inconexas zonas, manías y costumbres. Pero en definitiva intentarlo valdría la pena, tal véz solo para poder comprender donde reside el asunto de ser capitalino.

7:32 p.m.  
Blogger mentally insane said...

interesante proyecto... sería toda una compilación de vivencias y puntos de vista!!

saludos!

10:53 p.m.  
Blogger Unknown said...

Claro que se puede, es un asunto de percepción, tal vez, que la ciudad nos parezca inabarcable. La novela incluso no tendría que ser muy larga, pero si muy bien planeada.

Saludos

4:40 p.m.  
Blogger Unknown said...

Reality, as you know, is always stronger than human imagination. Not only that, reality can permit itself to be unbelievable, inexplicable, out of all proportion. The created work, to my regreat, cannot permit itself all that. (...) The reality of the Holocaust surpassed any imagination. If I remained true to the facts, no one would believe.
Aharon Appelfeld.

12:35 a.m.  
Blogger Unknown said...

Con la cita anterior no pretendo sacar de proporción la discusión que despertó el artículo de Alberto Chimal. Si no poner en la mesa algo que para muchos es precisamente una utopía: "el análisis de la realidad". Para el análisis de la "realidad" hay un montón de gente inteligente y capacitada que todos los días publica artículos interesantes sobre el mundo en que vivimos. La realidad literaria es otra, lo sabemos. Lo que logran los escritores deshonestos es que esa gente vea con condescendencia la actividad literaria. Que prefiera leer mil veces un libro de no ficción o un articulo periodístico. Particularmente creo que el periodismo resulta varias veces más entrenido que muchas historias literarias. Y el fallo que veo, precisamente, es que son historias "literarias". Joder.

12:44 a.m.  
Blogger Unknown said...

Y sobre el proyecto de la Gran NOvela Mexicana, pido de favor me cedan El Panteón Francés y el extinto centro comercial La Luna, junto a la Plaza de Toros.

12:50 a.m.  
Blogger Luis Boiler said...

Una visión de la Ciudad de México no estaría completa sin sus fronteras y la perspectiva del visitante, del extranjero por así ponerlo. La Gran Novela de la que hablamos tendría que mostrar esas orillas.

Humildemente me sumo a la propuesta, como paseante crónico de ese monstruo de ciudad. Pido el Aeropuerto Internacional, y las Centrales Camionares (al menos Tapo y la Norte.)

Emocionado por el proyecto y esperando no estar en fuera de lugar al momento del siguiente pase.

Luis Boiler

12:18 p.m.  
Blogger AZUL said...

pues suena muy bien, poraque ciertamente en cada calle, en cada rostro, hay miles de letras en espera de pulirlas...de aventarlas al aire..para que nos empapen la piel y nos la pongan en carne viva..y reinicien cada día nuestros sentimientos...

11:02 a.m.  
Blogger N.I.N said...

recomiendo:

http://ciudadspam.blogspot.com

4:42 p.m.  
Blogger Juan Carlos Rodriguez Ogarrio said...

Hola Alberto
¿Porqué deberían de hacer algo distinto? ¿Porqué deberían saber sobre las "cargadas"?
No se de literatura pero si de fotografía y veo una analogía interesante entre la generación de fotógrafos de hace 30 y 40 años y los escritores que aludes. Siempre dispuestos a enarbolar la crítica social, al mismo tiempo que se cobijaban del presupuesto público y acrecentaban su patrimonio personal. A mediados de los 80’s cómodamente cambiaron el tema, una vez transformado el contexto político y discursivo fueron los primeros en criticar teológicamente el “realismo” fotográfico. Sin embargo, no es la realidad en si, sino una de sus versiones una de las interpretaciones la criticada, la manipulada, la que se ha convertido en lugar común. Aún así creo tienen derecho los fotógrafos ha hacer fotografías de la “realidad”, pero el asunto es que no creo que sólo sea deseo. Pienso que la realidad en ocasiones se impone como tema, su peso, su olor, su constante recordarnos donde estamos y quienes somos y el porque seguimos desde hace 30 o 40 años necesitados de verla fotografiarla o escribir de ella. Mejor dicho ojala llegue el momento para poder hablar de diferentes realidades.
Saludos

12:00 a.m.  

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