Los hombres duros también mueren
Jugando a las vencidas con otro peso pesado
A punto de publicar su última novela en España, El castillo en el bosque (Anagrama), el escritor muere a los 84 años de edad
Tomado de El Cultural
Desde hace varias semanas la noticia rondaba las redacciones: Norman Mailer (Long Branch (N.J., 1923) estaba gravemente enfermo. Y a muchos les parecía mentira que el gran provocador de las letras estadounidenses, que llevaba más de siete décadas golpeando las conciencias y las buenas costumbres de Occidente, pudiera de pronto dar señales de debilidad y bajar la guardia. porque nadie como él encarnó el espíritu bravucón, malhablado y polémico del siglo XX. Pero sí, el ganador del Premio Pulitzer en dos ocasiones, acaba de morir en el Hospital Mount Sinai de Nueva York.
Mailer, debido a su edad, se encontraba desde hace algún tiempo delicado de salud. El motivo de su muerte fue un fallo renal. El pasado mes de octubre, Mailer era hospitalizado por severos problemas respiratorios en el Hospital Monte Sinai de Manhattan.
Considerado junto a Capote, uno de los padres del periodismo literario, la obra de Mailer, autor de 39 libros, incluidas 11 novelas, ha sido, según la crítica, a la vez brillante, controvertida, variada y el autor fue a menudo celebrado y vilipendiado casi al mismo tiempo.
Buena parte de las obras de Mailer, como por ejemplo Armies of the Night, son de naturaleza política. Fruto de este interés, fue su consolidación como periodista político con su cobertura de las Convenciones Nacionales de Republicanos y Demócratas. Mailer es también un reputado biógrafo. Ha escrito biografías de Marilyn Monroe, Pablo Picasso y Lee Harvey Oswald.
Su primer libro The Naked and the Dead (Los desnudos y los muertos) está considerado una de las mejores novelas que se han escrito sobre la Segunda Guerra Mundial. De hecho fue con esta obra con la que Mailer se convirtió en una celebridad, con tan sólo 25 años.
La violencia sexual y las afiladas opiniones de sus obras, igual que atrayeron a millones de seguidores también trajeron muchos detractores, como por ejemplo las asociaciones feministas. Sus 'enemigos' le consideraban un 'matón intelectual', en la línea de sus compañeros Truman Capote William Styron, Tom Wolfe o Norman Podhoretz.
Novelista, ensayista, dramaturgo, periodista y guionista de cine, Norman Kingsley Mailer (31 de enero de 1923 – 10 de noviembre de 2007) era el último patriarca de las letras estadounidenses, junto a John Updike y Philip Roth.
Norman Mailer, golpeador de conciencias
Nacido en el seno de una familia judía de clase media, su padre fue un sastre de origen surafricano llamado Isaace Barnett Mailer, cuyo acento el propio Norman imitaba a menudo. Mailer se crió en el barrio neoyorquino de Brooklyn. Después de graduarse en Harvard pasó algún tiempo en la Sorbona de París.
Sirvió en la Armada Norteamericana durante la Segunda Guerra Mundial, de 1944 a 1946. Fruto de esta experiencia publicó su primer libro en 1948, Los desnudos y los muertos, con el que consiguió gran éxito y que, al mismo tiempo que daba una visión grotesca de la guerra, supuso una ácida crítica contra el autoritarismo antidemocrático de cierto sector de la oficialidad del ejército norteamericano.
A finales de los años 50, cuando era reportero, Mailer fue el primero en apostar por el candidato demócrata John F. Kennedy, dirigiendo la cruzada de los medios de comunicación para hacerlo elegir.
A esta obra sucedieron, si bien con menos éxito que la anterior, otras dos novelas: Costa bárbara (1951) y El parque de los ciervos (1955), y dos obras de ensayo, El negro blanco (1958) y Advertisements for Myself (1959), ambas de crítica social.
Vinculado desde su juventud al periodismo, Norman Mailer fue en 1955 uno de los fundadores del semanario neoyorquino Village Voice. De 1953 a 1969 fue miembro del consejo editorial de la revista Dissent.
En 1980 Mailer obtuvo de nuevo el Pulitzer por su relato de ficción titulado La canción del verdugo, en el que narraba la historia de Gary, un reo ejecutado en 1976. En 1973 le fue concedido el XIV Premio Anual por su servicio sobresaliente a las artes, McDowell Colony.
En 1984 ingresó en la Academia Americana de Artes y Letras. Ese mismo año y hasta 1986 fue presidente del PEN Club norteamericano. Además obtuvo el premio Pulitzer por el conjunto de sus ensayos.
De su extenso trabajo en distintos géneros se pueden señalar, entre otros, Los papeles presidenciales (1963), Un sueño americano (1964), Caníbales y cristianos (1966), ¿Por qué estamos en Vietnam? (1967), Miami y el sitio de Chicago (1968), El prisionero del sexo (1971), una crítica del feminismo militante; Un fuego en la luna (1971), sobre la llegada del hombre a la Luna; La canción del verdugo (1979), basada en la muerte del asesino Gary Gilmore y con la que ganó el Pulitzer de 1980; De las mujeres y su elegancia (1980) y Noches de la antigüedad (1983), la primera novela de una trilogía sobre Egipto.
Mailer también ha participado como guionista, productor, director y protagonista de diversas películas como Beyond the Law (Más allá de la ley) y Wild 90 (Salvaje 90).
Su obra Los ejércitos de la noche (1967), testimonio de la gran marcha pacifista sobre el Pentágono en octubre de ese mismo año, tuvo un éxito inmenso y le hizo ganar el premio de la Universidad de Long Island, el de la National Book y el Pulitzer.
De espíritu contradictorio y rebelde, la Guerra del Vietnam le hizo tomar una posición contestataria a la política exterior de los Estados Unidos. Por este motivo estuvo en la cárcel.
Su agitada vida sentimental también llegó en ocasiones a los juzgados y las primeras planas de los periódicos, ya que supenúltima esposa le acusó de malos tratos e incluso de haber intentado matarla.
Tanto en su ficción como en sus ensayos, Mailer se muestra sumamente crítico con lo que él considera el totalitarismo inherente a las estructuras de poder en Estados Unidos durante el siglo XX.
En 1969 se presentó como candidato a alcalde de Nueva York, aunque fracasó en su intento, a pesar de su original campaña, en la que preconizaba una total independencia de gestión para la ciudad al acuchillar a su segunda mujer en el estómago durante una fiesta. Fue calificado como el'último cerdo macho patriotero' por Kate Millet, una de las principales figuras del feminismo norteamericano.
En 1973 Norman Mailer escribió una biografía novelada de Marilyn Monroe: Marilyn; y en 1984 Los hombres duros no bailan, una historia de detectives que llevó al cine en 1987.
En 1991 apareció en el mercado su libro El fantasma de Harlot, que es su novena novela y su obra número 27. En ella intenta explicar la historia de la CIA de los últimos cuarenta años.
Años después, en 1996, se edita Picasso, retrato del artista joven y Oswald: Un misterio americano, novela sobre la biografia del asesino del presidente Kennedy. En 1998, publica El evangelio según el hijo y también la antología The time of our time una colección resumida de sus ensayos.
Dentro de una semana aparece en España su última novela, El castillo en el bosque (Anagrama), del que El Cultural publicó un anticipo, pero poco antes de morir, en Estados Unidos acababa de ver la luz su ultimo ensayo. En él Norman Mailer subía a su "ring" nada menos que a Dios, protagonista y sparring de On God: An Uncommon Conversation (Sobre Dios: una conversación inusual), y es la “idea del autor sobre la naturaleza de Dios”. Según la editorial, en el libro Mailer “establece su propio sistema de valores, uno que rechaza la religión organizada y el ateísmo”, y presenta un Dios que a veces triunfa, pero que también suele fracasar contra las fuerzas opuestas del universo.
Algunas ideas de Mailer:
"Siempre sabemos mucho más de lo que pensamos, si no, no podríamos ser escritores".
"Uno de los refranes más crueles del lenguaje: aquellos que pueden, hacen; aquellos que no pueden, enseñan. El paralelo tiene que ser: aquellos que experimentan, aprenden a vivir; los que no, escriben".
"Los escritores solíamos pensar que las novelas podrían cambiar el mundo, pero no, es la televisión la que lo cambia"
"Considero la pobreza como algo obsceno. Y creo que la teoría de que el mercado libre se encargará de todo es un absurdo y una obscenidad más. El llamado mercado libre de lo que se preocupa es de enriquecer a las corporaciones más poderosas. Creo que la última tendencia del mercado libre es que los pobres sean aún más pobres".
"Hay una ley de vida, cruel y exacta, que afirma que uno debe crecer o, en caso contrario, pagar más por seguir siendo el mismo".
"Un hombre sabio es aquel que llega a viejo deseando sin culpa alguna el coño que le está prohibido".
El hombre que eligió ser un gran provocador
por Patricia Kolesnicov
Tomado de Clarín
Fue una celebridad a los 25 años. Era un pibe, todavía, pero había estado en la guerra —en la Segunda Guerra—, y tenía una mirada y una voz. "Ese éxito quebró mi identidad anterior", pensó Norman Mailer mucho después. Norman Mailer empieza a ser Norman Mailer cuando escribe Los desnudos y los muertos, un par de años después de haber sido un sargento estadounidense en Japón.
La prehistoria de Norman Mailer, entonces, cuenta el nacimiento en Nueva Jersey en enero de 1923 y la niñez de chico judío en Brooklyn, con un padre contador que a veces trabajaba y nunca faltaba a sus citas de juego.
Norman, en la prehistoria, fue a Harvard y estudió ingeniería. Se casó. Después llegó el ejército —"El combate es una experiencia tan extraña y misteriosa como el sexo por primera vez"— y, con la escritura, el inicio de su historia.
Le gusta pensarse como un duro. En uno de sus libros se definió como "guerrero, presunto general, campeón de obscenidad, niño terrible maduro dispuesto a dar combate" y otra vez deslizó: "tengo una gigantesca incapacidad para mantenerme controlado". Sí, claro. Le erró por poco al corazón de su tercera esposa, Adele Morales, cuando la atacó en 1960, al parecer porque ella le había dicho "puto". Lo mandaron al psiquiátrico.
Lo suyo no es agradar. Contemporáneo de Truman Capote —que había nacido en 1924—, fue muy crítico cuando salió A sangre fría, la novela de no ficción de Capote considerada una obra maestra. "A sangre fría es un fracaso de la imaginación", dijo entonces.
Mailer, sin embargo, tiene una obra importante en el campo de la no ficción. En 1968 ganó el National Award y el Premio Pulitzer por Los ejércitos de la noche, un libro en el que el autor es personaje y cuenta, desde adentro, la marcha hacia el Pentágono contra la guerra de Vietnam. En 1973 publicó una biografía de Marilyn Monroe y en 1979 La canción del verdugo, un texto sobre Gary Gilmore, el primer hombre que fue llevado a la silla eléctrica desde que se restableció la pena de muerte en Estados Unidos. ¿Le molesta que piensen en él como un escritor de no ficción? "Solamente mientras esté vivo", le dijo a una periodista.
En 1983 sacó una trilogía sobre Egipto; en 1991, El fantasma de Harlot, donde habla de las actividades de la CIA entre 1956 y 1963; en 1995, una biografía —muy criticada— de Picasso; en 1996, una biografía de Lee Harvey Oswald.
En 1997 salió El evangelio según el hijo, donde el narrador es el mismo Jesús. La crítica habló de osadía, quizá por párrafos como el que sigue: "Si bien yo no diría que el evangelio de Marcos es falso, contiene una gran exageración. Y ofrecería menos por Mateo y por Lucas y Juan, que me dieron palabras que nunca pronuncié y me describieron como apacible cuando estaba pálido de cólera".
Mailer fue definido como un escritor realista, de esos a los que les gustan más los boxeadores que los escritores y que no desprecian el valor de la experiencia. Se casó seis veces, tiene nueve hijos. Se opuso a la anticoncepción, a los antibióticos, a la masturbación, a la homosexualidad y al feminismo, al punto que Caleb Crain, autor de un artículo sobre él en el New York Times, dijo que esa oposición "ha vuelto muy difícil tomarlo en serio".
Después del 11 de septiembre, Mailer criticó la "fiebre patriótica" que le subió a los Estados Unidos. "La derecha se ha beneficiado tanto que si yo fuera un amante de las conspiraciones pensaría que ellos lo hicieron", dijo.
Ahora sospecha de las intenciones de Bush respecto de Irak: "En el discurso de la administración Bush —dijo en noviembre— hay un mensaje subliminal: ocuparemos Irak y nos vamos a quedar allí por largo tiempo."