Hasta que se le hizo, de tanto levantar la mano
…cumplir es lo que aniquila, dice el bien conocido refrán. Por fin se le hizo a Hugo Sánchez (que es, le pese a quien le pese, el mejor jugador mexicano de futbol que ha existido hasta el momento): ya es, oficialmente, el director técnico de la Selección Mexicana. Y, como era de esperarse, su discurso estuvo pletórico de llamados a la unidad, al trabajo conjunto, y blablabla, para culminar con la promesa de que el objetivo es que México sea campeón mundial del deporte más popular del planeta.
Si los 22 jugadores que va a tener que escoger para que conformen el equipo que jugará infinidad de torneos de aquí hasta el Mundial del 2010, fueran parecidos a él, pues por lo menos quedamos de subcampeones, pero el problema es precisamente ése: no hay calidad suficiente entre los jugadores mexicanos para armar un equipo campeón, aunque lo dirija el mejor jugador que ha dado este país.
Antes de que me asesinen, déjenme y les explico: Se trata de un problema en tres vertientes: de talento, de técnica futbolística y de actitud mental. Puede que haya en México jugadores muy talentosos y que a lo mejor no tienen la mejor técnica, pero sobre todo no tienen actitud mental para el triunfo. Es decir, con puro talento o con pura técnica no se ganan los partidos. Se ganan con la interacción armónica de esos tres elementos en un juego de conjunto.
Hugo Sánchez poseía, como jugador, esos tres atributos. Quizá no tenía mucha técnica, pero suplía sus carencias con talento, inteligencia y actitud triunfadora. Una vez escuché decir a Jorge Valdano que Hugo no sabía driblar y que precisamente porque lo sabía nunca lo hacía, y por eso nadie (salvo sus compañeros del Real Madrid) nunca se dio cuenta de eso. Sin embargo, hay jugadores mexicanos que no saben driblar ni desbordar ni cabecear ni tirar de larga distancia, pero se empeñan en hacerlo y siempre les resulta mal, obviamente.
La verdad yo sí quiero que le vaya muy bien a Hugo Sánchez y a la selección. Sin embargo, como les sucede con frecuencia a las personas talentosas y triunfadoras, él podría convertirse en su peor enemigo. Mal haría en cometer los mismos errores de su odiado antecesor. Hugo es inteligente, pero también es apasionado y se le calienta el hocico muy pronto. Y ya sabemos qué pasa cuando se pone a dar su discurso de los cangrejos y todo eso.
Suerte, Huguito, y cómo le decía El Torito a La Chachita: “Chántese la charola”. A demostrar con hechos y goles.
Etiquetas: FANATISMOS
5 Comments:
prometer no empobrece...
...verdad Memo !
Mi punto con respecto a Hugo es:
No vere ni un juego de la seleccion con Hugo como entrenador de la seleccion nacional. Ni dinero una palabra.
Mira calidad humana sí la hay...ahí está este chico Giovanni dos Santos del Barcelona, Rafa Márquez va a llegar en plenitud y seguro que en estos años va a haber figuras...lo que sí puedo afirmar es que no va a haber otro Lavolpito que nos venga a vender espejitos y que la selección no juegue a nada...
Memo, estamos en el génesis de una nueva ilusión. Es cierto, Raul T3, ahora hay una camada de jugadores de mayor jerarquía... lo que pasa es que le tenemos miedo a crecer... Yo espero que cambien las cosas en nuestro futbol y que las cosas se mantengan o empeoren en el resto del mundo. Creo que esa será la apuesta de Hugo... vieron la final de Alemania 06. Poco futbol y mucho ajedrez.
Saludos.
habrà que ver que tal, que tan malo puede ser?
es enserio no sè de futbol què tan malo puede ser Hugo en la selecciòn?
hay algo que perder?
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