Golpe sorpresa

No se vayan con la finta por el trepidante estilo visual como de videojuego ni por las cachondas niñas en faldita con espadas ninja, como lo hizo la mayoría de los críticos y buena parte del público.

Sucker Punch (que podría traducirse como "Golpe sorpresa" o "Golpe engañoso", pero los pendejos de la distribuidora la titularon como "Mundo surreal". Háganme el pinche favor), de Zach Snyder (el mismo director de 300 y Watchmen) es un moderno cuento de hadas que busca hablarle a los jóvenes (y no tan jóvenes) y comunicarles una verdad sencilla, pero no por ello menos eterna y verdadera.

(Los que quieran se la pueden bajar desde este enlace).

Todo se resume en las líneas al principio y al final de la película:

Todos tenemos un ángel. Un guardián que nos cuida. No podemos saber la forma que tomará. Un día un viejo, al siguiente una niñita. Pero no dejes que las apariencias te engañen. Pueden ser tan fieros como un dragón. Sin embargo, no están aquí para pelear nuestras batallas sino para inspirar nuestros corazones, recordándonos lo que somos, que cada uno de nosotros tenemos poder sobre el mundo que creamos.

Puedes negar que los ángeles existen, convencernos a nosotros mismos que no pueden ser reales, pero de todas maneras se manifiestan, en lugares y tiempos extraños. Pueden hablar a través de cualquier personaje que podamos imaginar. Gritarán mediante demonios si es necesario, retándonos, desafiándonos a pelear.

¿Quien honra a los que amamos por la vida que vivimos?
¿Quién envía monstruos a matarnos y, al mismo tiempo, canta que nunca moriremos?
¿Quién nos enseña lo que es verdad y cómo reír ante las mentiras?
¿Quién decide por qué vivimos y qué defenderemos a morir?
¿Quién nos encadena y quién tiene la llave que nos hará libres?
Tú.
Tú tienes todas las armas que necesitas.
Ahora, pelea.