Como se habrán dado cuenta, había dejado de postear sobre política debido en parte al hartazgo, pero también para dar oportunidad a la reflexión y no aportar más ruido al de por sí insoportable escándalo político que reina en todos los espacios donde se habla de ello.
Pero creo que después de haberse acabado el sexenio del imbécil ése que eligieron muchos en el 2000 y luego de haberse consumado la usurpación de la presidencia por un tipo que, pudiendo dejar sin duda su supuesto triunfo (en dado caso de que haya ganado sin trampas), prefirió ignorar la demanda de transparencia y legalidad de una tercera aparte de los votantes.
He esperado sentado la autocrítica por parte del PRD y el equipo de campaña de AMLO. Creo que en el PRD se hizo un documento al respecto que circuló muy poco. Yo no le he leído, pero supe que se lavaron las manos y le echaron casi toda la culpa a los colaboradores de AMLO.
Un par de reporteros de la revista
eme-equis hicieron un libro sobre las razones de la derrota de AMLO. Es posible que casi todo sea cierto. Resulta difícil entender cómo fue posible que una victoria que estaba cantada desde muchos meses antes, se fuera al carajo, sí, gracias a que todo el poder del Estado se fue encontra de una sola persona, pero también es importante reconocer los graves errores, por comisión u omisión, que fueron aprovechados por los adversarios.
La cosa es que, de acuerdo con la legalidad existente, el Presidente de México es, lamentablemente, FECAL. Sin embargo, eso no quiere decir que vaya a gobernar o que tenga el poder para hacerlo, porque en realidad quienes detentan el poder son aquellos con los que tuvo que negociar para que lo apoyaran y así llegar a la Presidencia: desde los yunquistas, Elba Esther, los priístas, las televisoras, los empresarios antipatriotas y a lo mejor hasta el narco.
Es hora de matizar y de analizar, pero sobre todo de ver hacia delante.
No sé que vayan a hacer en el PRD. Todo parece indicar que empezará la caza de brujas y que los burócratas del partido (los Chuchos, para más señas) enfrentarán enconadamente a los amloístas, para frenar a Marcelo Ebrard y tratar de impulsar la candidatura presidencial de Jesús Ortega (el político más aburrido de México) en el 2012. ¡Háganme el refavrón cabor!
Pero ésas ya son sus broncas. No me gustaría que AMLO se volviera una versión
recargada de Cuauhtémoc Cárdenas y se volviera “líder moral” (ya ven en lo terminan). Eso sí, debe seguir encabezando el movimiento social que le haga la vida imposible al espurio Calderón y que evite que continúe la venta del país a los poderes fácticos y a los grandes capitales trasnacionales.
Lo mejor sería empezar, desde ahora, a apuntalar la candidatura de Marcelo Ebrard, que me parece un político inteligente y decente (todo lo decente que puede ser un político en México). Ya sé, ya sé: que si su pasado salinista, que si Camacho y que si las arañas. Pero tampoco es un cheque en blanco. Hay que ver como se desenvuelve en estos seis años.
Afortunadamente, Calderón no es Fox, aunque ya a estas alturas no sé si eso sea mejor o peor. Calderón ejercerá como Presidente legal , pero no tendrá la legitimidad democrática que sí tuvo Fox y que dilapidó con sus estupideces. Quién sabe. En una de ésas, a lo mejor el Chapelén se gana un poquito de respeto al no hacer tantas pendejadas y dssfiguros como Fox.
¿Qué haré yo como ciudadano común y corriente, con un poder ínfimo para influir en las decisiones de quienes dicen gobernarnos?
Si la gran mayoría de las personas se encargara por lo menos de hacer bien su trabajo, ya la tendríamos de gane. Pero en este país muy pocos hacen el trabajo que les toca: los gobernantes no gobiernan, los empresarios no invierten, los maestros no enseñan, los padres no educan, los ciudadanos no votan, los escritores no escriben, los periodistas no investigan ni dicen la verdad, los policías no protegen, los taxistas no conocen la ciudad, en fin…
Por eso, lo primero que haré será seguir haciendo bien mi trabajo, como escritor, periodista y profesor. Y aprovechar todas y cada una de las oportunidades que tenga (aquí, en mis clases, en las conferencias que dé, en los artículos que escriba) para denunciar los actos de un gobierno que yo no elegí y que en mi opinión ocupa el poder gracias a trampas y delitos impunes. Y desde luego, apoyar y colaborar con las acciones del movimiento social y político con el que simpatizo y comparto el proyecto de un país mejor y más justo.
A lo mejor les parece muy poco, pero para mí es suficiente.
Etiquetas: POLÍTICA Y COSAS PEORES