Noticia bomba: Morrison no murió como dicen que murió
En el periódico inglés Daily Mail, apareció ayer una nota titulada "La terrible verdad acerca de cómo murió mi cuate Jim REALMENTE".
Resulta que un tipo llamado Sam Bernett afirma que Jim Morrison, el famoso cantante de The Doors, no murió de "causas naturales" sino de un pasón de heroína en los baños de un club nocturno. Dice que dos traficantes de droga llevaron el cuerpo de Jim a su departamento y lo pusieron en la tina del baño, que es donde Pamela Courson, su mujer, lo encontró ya sin vida.
El reportero afirma que a raíz de las revelaciones de Bernett, la policía francesa "estudia seriamente" la posibilidad de investigar esta muerte que ocurrió hace 36 años.
Amén de que la nota está llena de inexactitudes, no sé si atribuibles al reportero o al tal Bernett: por ejemplo, los Doors no sólo fueron conocidos por "Break on through" y "Light my fire"; LA woman no fue su disco más conocido; Janis se escribe así, y no "Janice".
La historia del pasón de heroína ya es vieja, y ha sido descartada por los hechos. La mejor investigación sobre la muerte de Jim está en el libro (que de pura casualidad lleva el mismo nombre del supuesto libro que va a lanzar "el amigo" de Jim): The End: The death of Jim Morrison, de Bob Seymore (Omnibus Press, 1991). Allí están los documentos y los testimonios de las personas involucradas. Y no hay evidencia de que Jim haya muerto de otra forma.
Sin embargo, en relación con esta "noticia bomba", hay varias cosas que cuestionar al respecto:
1) Jim no era un novato en el asunto de las drogas. Es improbable que no pudiera reconocer una de otra, incluso si lo engañaron y le dijeron que era otra cosa, como cocaína, por ejemplo, que sí se inhala. La heroína para inyectar no se puede inhalar. Si acaso, se puede espolvorear en un cigarro y fumarse. Se sabe que a Jim no le gustaba inyectarse. Si andaba en busca de droga para Pam, ¿para qué iba él a probarla?
2) ¿No es increíble que un par de vendedores de droga obligaran a todas las personas presentes en el bar a que prometieran guardar el secreto, so pena de alguna represalia? ¿Hasta a Marianne Faithfull la obligaron a callar? Si a veces es un milagro que un amigo nos guarde un secreto, ¿se imaginan algo como la verdad sobre la muerte de Morrison?
Más bien me suena a que, como el señor Bernett "ya tiene 60 años y quiere deshacerse de la pesada carga", en realidad lo que quiere es ganarse una lana para llegar en paz y tranquilo, con unos cuantos varos, a la vejez.
Qué casualidad que casi todos los supuestamente involucrados ya murieron o no quieren hablar, como para no contradecir la versión del tal Bernett.
(Estaría bien que se dieran una vueltecita por La Celebración del Lagarto)
Etiquetas: FANATISMOS, LA MUERTE ESA MALDITA
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