Tres preguntas tres
Obviamente varias se repitieron (entre todas suman como cien), pero éstas son algunas de las más interesantes:
¿Para qué escribe?
¿Por qué enseña en la SOGEM?
¿Qué siente al escribir?
¿Qué siente al leer?
¿Cómo saber si tengo talento para la escritura?
¿Es esencial tener formación académica para ser escritor?
¿Es usted muy severo?
Si se diera la hipotética situación de vivir en un mundo sin lectores, ¿seguirías escribiendo?
¿Te gusta Jules et Jim?
¿Cuánto disfruta su vida?
¿Alguna vez se desesperó tanto como para dejar un trabajo inconcluso?
¿Está casado?
¿Cuál es el mejor whisky?
¿Elizondo o Paz?
¿Qué es lo que más le conmueve de la vida?
¿Puede ayudarme a revisar una novela que estoy escribiendo?
Estas fueron las más extrañas y enigmáticas:
¿Cuántas horas del día se sentaba en la Biblioteca Central?
¿Ha visto el mosaico de la misma en estados alterados de la mente?
Y la más contundente:
No tengo preguntas que hacerle.
Etiquetas: DE LA VIDITA LITERARIA, URGENTES ASUNTOS SIN IMPORTANCIA
2 Comments:
¿Y las respuestas?
Qué suave que te "pirateaste" lo de las preguntas para usarlas con tus alumnos. Es una actividad que puede ser graciosa, filosófica y demagógica.
saludos!!
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