miércoles, junio 21, 2006

Maltrato psicológico

Photobucket - Video and Image Hosting
¡Ay, pinche Rafa, hasta te pareces a Felipillo, metiendo las manos donde no debe y pensando que no le van a caer!

Yo, si fuera Procurador General de la República, en cuanto bajaran del avión proveniente de Alemania, giraría órdenes de aprehensión contra los jugadores de la selección mexicana por el cargo de maltrato psicológico en contra de 100 millones de compatriotas que sufrimos lo indecible durante los 90 minutos del que seguramente será considerado como el peor partido del equipo nacional en muchísimo tiempo (que ya es mucho decir).

No es posible que, además de la falta de contundencia que caracteriza a los jugadores aztecas a la hora de enfrentarse al marco, ahora tengamos que aguantar en un juego que no parecía tan complicado la comisión de errores garrafales, infantiles, injustificables, como la mano de Rafa Márquez (no cabe duda que los más grandes son los que cometen los errores más pendejos también), el penalty fallado de Omar Bravo (que por momentos nos hace olvidar los dos golazos contra Irán) y la idiota expulsión de Luis Pérez, por echarse un clavado en el área, como si estuviera en un juego entre Tiburones de Veracruz contra Potros del Atlante (nomás por eso deberían refundirlo en un equipo de 5ª. División).

Portugal no jugó a nada, más que a especular. Se encontró con el gol tempranero y se dedicó a trotar. Figo apenas y sudó. México insistió, insistió e insistió, pero falló, falló y falló. Con el gol del Kikín (con el que se espera que le haya tapado ya la boca a La Volpe y lo ponga de titular de ahora en adelante), hubo un respiro y renació la esperanza, pero al medio tiempo el Ecoloco argentino no hizo los cambios que debía: sacar al tal Luis Pérez, que ya estaba amonestado, y meter a Ramoncito Morales para darle más salida lateral al equipo, que estaba jugando mucho por el centro y ahí los portugueses eran una pared. Pero no: metió a Sinha, que no anda del todo bien, y ya con 10 hombres entró el Guille Franco que hizo algo cercano a nada.

A ver si el idiota del "estratega" La Volpe sigue diciendo que lo “enloqueció” la forma en que jugó el equipo. A nosotros también nos enloqueció, pero de ira. ¡Qué manera de cansarse de fallar!

Con todo, se pasó a octavos de final, con Argentina u Holanda, con quienes ya se ha jugado y hasta ganado.

Por lo pronto, se pronostica que el sábado habrá un incremento súbito y estratosférico de las ventas de Pasiflorine en todas sus presentaciones. Córranle a apartar el suyo, porque se acaba.

1 Comments:

Blogger Manuel Dávila Galindo Olivares said...

Mal juego, esas cosas pasan, tampoco es para arrancarnos la cabeza y correr como gallinas.

3:19 p.m.  

Publicar un comentario

<< Home