El poder de la gente (y de los blogs)
Estrictamente personal
Es otro rollo
por Raymundo Riva Palacio
El Universal Gráfico
Miércoles 29 de marzo de 2006
El FBI se pregunta cómo se movilizó medio millón de indocumentados en Los Ángeles, desafiando a las policías y a los agentes de migración. Se extrañan que en Denver hayan marchado 50 mil personas y que en Dallas, los estudiantes de bachillerato no sólo salieran a las calles, sino que llegaran a enfrentarse con la policía. Sospecha que la única razón por la cual pueden movilizarse tan rápidamente, y tantos, es con mucho dinero, cuya liquidez sólo podría provenir de los cárteles de la droga.
En su análisis cuadrado y simplificado, descartaron el fenómeno de la tecnodemocracia, que sin ser una categoría en la ciencia política, todavía, se puede explicar por la manera cómo, a través de medios de comunicación alternos, se organizan políticamente grupos sociales con objetivos comunes.
Olvidan cómo las telenovelas sensibilizaron a los venezolanos sobre la corrupción que terminó con el gobierno de Carlos Andrés Pérez, o cómo por teléfonos celulares se organizó la resistencia que acabó finalmente con la dictadura de Ferdinand Marcos en Filipinas.
El destino finalmente alcanzó a la máxima potencia tecnológica que, por primera vez, está viviendo de primera mano la utilización de medios viejos y medios nuevos en la organización política masiva, por encima y por fuera de los órganos políticos, en nuevas formas de asociación y acción.
En Los Ángeles protestaron este domingo cuando menos medio millón de personas, una cifra que nunca se había visto en esa ciudad, superior a los miles que marcharon contra la Proposición 187 en 1994, y muy arriba de los números que registró la histórica marcha por los derechos chicanos en 1968. Fue mayor a la Gran Marcha de Martín Luther King que desembarcó 200 mil personas en Washington en la cúspide por los derechos civiles de los negros en 1964, y que se acercó a las cifras de la enorme manifestación en la capital estadounidense para la legalización del aborto. Pero la marcha en Los Ángeles, como las manifestaciones en todas las ciudades del sur de California, en Phoenix y en Dallas, por mencionar sólo algunas otras, su organización modifica por completo las formas como, hasta este fin de semana pasado, se habían realizado protestas en Estados Unidos.
Los blogs y los correos electrónicos en internet, los mensajes de texto en los celulares y la participación activa de los disc jockeys fueron fundamentales. Ya no fue la Iglesia católica, históricamente defensora en el sur de Estados Unidos de los indocumentados, ni las viejas organizaciones chicanas, o los activistas que en el pasado coronaron con éxito huelgas de indocumentados en algunos de los condados más conservadores, quienes lograron sacar a la calle a decenas de miles de personas. En Los Ángeles, el botón más ilustrativo, los organizadores contemplaban una presencia de apenas 20 mil personas, pero la participación decidida de Eddie Sotelo, quien cruzó ilegalmente de México a Estados Unidos en 1986, desde su programa de radio, uno de los más escuchados en el mercado hispano norteamericano, urgió a sus radioescuchas a participar en la marcha.
Sotelo, según publicó Los Angeles Times, convenció a otras celebridades de la radio hispana para que también convocaran a la marcha, después de que los organizadores le explicaron las implicaciones legales de aprobarse la iniciativa que originalmente presentó el diputado republicano James Sensenbrenner. En Los Ángeles, como sucedió también en Dallas, la comunicación pasó individualmente a través de mensajes de texto en los teléfonos celulares, que junto con los blogs, contribuyeron enormemente a que los estudiantes salieran a las calles en respaldo de los inmigrantes.
En Dallas, reportó The Dallas Morning News, la organización estudiantil comenzó cuando los preparatorianos hispanos comenzaron a ver blogs de sus contrapartes en Los Ángeles, y en particular el de una jovencita en California quien escribió: "Nos están haciendo parecer a mi familia como criminales. Nos están poniendo como una estadística, como un número. Pero no lo somos. Estamos aquí para ayudar".
Las movilizaciones tuvieron como epicentros a nuevos actores que, sin venir del ámbito político, jugaron un papel político estratégico en la organización de la gente. A través de los medios, de internet y de los celulares, el mensaje que se transmitió fue participar en un acontecimiento familiar que podría afectar su vida futura, mediante el cual rechazarían la violencia y a todos aquellos que quisieran provocarlos. El éxito fue rotundo, pero dejó a muchos perplejos. Es muy temprano para saber si lo que sucedió en los últimos días redefinirá las nuevas formas de organización política. Pero lo que sí queda claro, y tendría que ser una lección universal, es que la gente ya no se siente representada por los partidos o las organizaciones políticas actuales, y está en busca afanosa de nuevos liderazgos en quienes confiar.
rriva@eluniversal.com.mx
r_rivapalacio@yahoo.com
1 Comments:
Saludos!
edificador su ejemplo, sin duda.
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