jueves, mayo 17, 2012

Poeta es aquel que hace poesía hasta cuando no quiere hacer poesía


Ayer me entrevistaron por el Facebook para que opinara sobre algunas cosas relacionadas con la poesía. La pongo aquí por si a alguien pudiera parecerle interesante.

Buenas tardes Guillermo, soy Mario Valencia, estudio Literatura en la Universidad de Colima. Me gustaría saber si puedes contestar unas breves preguntas. Tus respuestas me servirían para complementar un pequeño trabajo de investigación que debo entregar para acreditar una materia. Dijeron poetas y dije, a Guillermo.

Primero, gracias por aceptar esta informal entrevista. Empecemos por adentrarnos a tu ámbito creativo; para ti, ¿qué significa la poesía?

Para mí la poesía es el intento, a veces infructuoso, de tratar de capturar un instante de existencia en un conjunto de palabras entrelazadas de una manera original y única.

Al aludir la existencia, se relaciona sin duda con la "experiencia cotidiana"; ¿estás de acuerdo con que el poeta debe experimentar para conocer, aunque, digamos, siempre se quede en el "tratar de capturar instantes"?

Nunca se pueden capturar del todo los "instantes" a través de las palabras. Sólo acercarse. Los grandes poetas se acercan mucho más que los demás. Ahora, la existencia implica tanto lo cotidiano como los grandes momentos de la vida del poeta. En rigor, para el poeta todos los momentos, incluyendo los cotidianos, pueden ser grandes momentos que ameritan el ser capturados a través de la poesía.

Es muy coherente lo que dices, y estoy de acuerdo en que los poetas tienen esa intuición de acercarse "mucho más que los demás". Podríamos decir que el poeta, por naturaleza, no vive advertido pero sí atento siempre a lo que sucede alrededor: experimenta, prueba, analiza, corrige, crea, hasta que entrega una solución, una muestra de todo lo que queda del proceso creativo. Y digamos pues: el poeta es un laboratorio en sí mismo, con todo lo que implica la palabra laboratorio. Así que, ¿qué piensas de que el poeta es un laboratorio?

En ese sentido, soy rimbaudiano y nietszcheano. Creo que el poeta tiene que experimentar todo: todos los sentimientos, todas las emociones, todas las emociones y llegar a un ordenado y concienzudo desarreglo de los sentidos, como dice Rimbaud en la famosa carta del vidente, con drogas o sin drogas, no importa.

Por otro lado, como dice Nietszche, el artista, el poeta tiene que estar siempre borracho, pero de vida, de ganas de vivir, de experimentar, de que no se le escape nada.

¿Cómo se puede capturar un instante que no se ha vivido, que no se ha experimentado? Y sobre todo: ¿cómo se puede capturar en palabras lo no vivido y transmitirlo en forma de poesía? A mí me interesan más los poetas, digamos, vitalistas, que los poetas de lenguaje. El equilibrio en esos dos elementos da como resultado a los grandes poetas.

Tocaste el punto esencial que separa lo que es poesía y lo que no puede ser. Yo creo, por ejemplo, que no existe la mala poesía, simplemente si no pasa ciertos rubros no será poesía, pues la poesía es, digamos, autónoma. Pero tú como poeta, ¿cómo clasificas tus poemas?, quizá has reescrito varios poemas, y eso no significa que dejen de serlo. ¿Qué piensas al respecto?

Yo identifico dos etapas en lo que he escrito de poesía: la primera, en la que no tenía muy claro ni lo que quería decir ni había identificado mi voz poética. Fue una época muy intuitiva, muy de andar a tientas, pero sobre todo de aprendizaje y de unas ganas bárbaras de decir, lo que fuera, pero decir.

Ya la segunda, que me aconteció hace apenas unos tres o cuatro años, fue donde, primero, identifiqué mi voz, dije: "así es, este soy yo". Y segundo, me desentendí de todo lo aprendido y asimiliado y asumí una libertad absoluta donde lo importante, además de la forma, es la "verdad poética", que el poema diga lo que verdaderamente tiene que decir, incluso si parece que está mal dicho, o que se podría decir de mejor manera.

En ese sentido, no trabajo mucho los poemas ni los corrijo mucho después de escritos. Ya salen como deben de salir. Y si no salen bien, pues es que no les tocaba ser poemas.

Claro que sé de composición, métrica y esas cosas, pero ya está tan interiorizado que no pienso mucho en ello. Lo que me importa es que los poemas suenen a poesía. A lo mejor no sé explicar esto muy bien, pero si un poema suena a poesía es que es poesía, y si no, pues no.

Has sido muy descriptivo en cuanto tu gradual transición. Admiro, como lector, que tengas esa sinceridad que muy pocos pueden aceptar: si suena a poesía es poesía, si no, pues no. Creo que resumes el gran escollo de los críticos por explicar el fenómeno de la identidad poética.

Quiero felicitarte por el trabajo que has realizado, ya me ha tocado leer algunas letras tuyas y por eso mismo consideré pertinente contemplarte para esta entrevista. A pesar de que no se pudo en vivo, vale mucho que te hayas tomado la molestia de atender mis preguntas.

Antes del cierre oficial de la breve entrevista, ¿te gustaría agregar algo Guillermo?

Nada más decir que, aunque a veces me mencionen así, yo no me considero poeta, ese es un título inmerecido. Yo escribo versos y, a veces, algún poema medio bien hecho, que transmite algo a quien lo lee. Poeta es aquel que hace poesía hasta cuando no quiere hacer poesía, que hasta cuando hace la lista del súper le sale lo poeta.

Pues eso.

Gracias a ti, por el interés y la paciencia. Ojalá te sirva. Ya nos estaremos viendo.