Influenza: ¿qué hacer?
http://www.jornada.unam.mx/2009/04/26/index.php?section=ciencias&article=a03a1cie
Las personas infectadas con el virus de la influenza porcina no están condenadas a muerte, ni deben ser objeto de discriminación. Uno de los efectos adversos de la forma en la que se estableció la alerta sanitaria ante esta epidemia, es que se generó pánico. Las autoridades de salud se alarmaron (quizá de forma justificada) y trasmitieron este estado de ánimo a la población. Pero para quienes han adquirido la enfermedad o la puedan adquirir en los próximos días, es importante saber que pueden recobrar la salud si son atendidos oportunamente. Pienso en las familias que están muy preocupadas y que, como todas, no quieren ver a algunos de sus integrantes enfermos. Pero también pienso en aquellas que tienen a alguno de sus padres, hermanos o hijos afectados por este mal. ¿Qué hacer?
La prevención. Es muy importante seguir las recomendaciones de la Secretaría de Salud, instancia que coordina las acciones para enfrentar esta epidemia. Ante una contingencia como la presente (a menos que se cometan errores garrafales, que no es el caso actual), se deben seguir las directrices de la autoridad sanitaria. Hay que evitar, en lo posible, el contacto con personas enfermas, lo que implica procurar no asistir a lugares de alta concentración, lavarse las manos (yo agregaría: lavarse la cara, tomar una aspirina y usar gotas antisépticas para los ojos). Seguir todas las recomendaciones de la Ssa publicadas en todos los medios de comunicación. Todas están orientadas a evitar el contagio. Como el agente es un virus nuevo, no se ha desarrollado una vacuna que resulte efectiva; las medidas generales de higiene, acompañadas de una buena alimentación, son en este momento los únicos elementos disponibles para la prevención.
El agente. Es muy importante identificar al agente, es decir, el virus causante de la influenza. Se trata, de acuerdo con las autoridades sanitarias, de una variedad de origen porcino. Pertenece a la familia ortomixoviridiae. Está formado por una molécula de ácido ribonucleico (RNA) cuya cubierta posee dos glicoproteínas (azúcares unidas a proteínas). Una de ellas es la hematuglutinina (HA) cuya función en unirse a la superficie de las células que invade; la otra, que se llama neuraminidasa (NA), facilita la liberación del virus al interior de las células donde se reproduce. Existen varios tipos de virus de la influenza porcina. Sus nombres dependen de las características de estas glicoproteínas. Las más frecuentes en el cerdo son la H1N1 y la H3N2. Hay, además, uno de origen euroasiático, el H1N2. Alguno de estos tipos virales (probablemente el último), sufrió una mutación, es decir, modificó la estructura de su RNA, y de las glicoproteínas de su superficie. Este cambio produjo que una infección que pudiera ocurrir bidireccionalmente de cerdo a humano, adquiriera la capacidad de transmitirse de humano a humano. La identificación del agente es de primera importancia, pues puede conducir a la elaboración futura de una vacuna que ahora no se tiene.
El tratamiento. Las personas infectadas con este virus no se van a morir, a menos que no reciban los cuidados y el tratamiento adecuado. En una epidemia, esto pone a prueba a los sistemas de salud, pues el número de casos puede rebasar su capacidad de atención adecuada y oportuna. A falta de una vacuna, la herramienta de que se dispone, es el empleo de antivirales como el oseltamivir. Este fármaco es una prodroga, quiere decir que su molécula se transforma en el organismo cambiando su estructura y su efecto es inhibir a la neuraminidasa; o sea, bloquea la entrada del virus a las células, lo que impide su reproducción. Es objeto de discusión si puede emplearse con objetivos de prevención, pero en todos los casos debe ser prescrito por un médico.
¿Qué hacer? Si una persona ha adquirido la enfermedad, ha de ser tratada con todo respeto y cariño, jamás deben ser discriminadas, mucho menos abandonadas. Quienes tienen contacto con el enfermo, familiares o personal médico, deben contar con todas las medidas de protección e higiene, pues de lo contrario el problema será doble. El tiempo juega un papel muy importante. Hay que acudir al médico particular o a los servicios de salud pública, de inmediato. Y estar pendientes de que su familiar reciba el tratamiento adecuado, denunciando los casos en los que esto no ocurra.
Medidas contra la influenza
Las autoridades sanitarias federales y capitalinas recomiendan:
• Mantenerse alejado de personas enfermas con infecciones respiratorias
• Lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón
• No saludar de beso ni de mano
• Cubrirse la boca al toser y estornudar con un pañuelo desechable o con el antebrazo; tirar el pañuelo a la basura y lavarse las manos
• Evitar contacto con personas enfermas
• No escupir en el suelo
• No compartir alimentos, vasos o cubiertos
• Ventilar y permitir la entrada de los rayos solares en casas, oficinas y lugares cerrados, sin crear corrientes bruscas de aire
• Mantener limpias las cubiertas de cocina y baño, manijas y barandales, así como juguetes, teléfonos y objetos de uso común
• No fumar en lugares cerrados, ni cerca de niños, ancianos o enfermos
• Comer frutas y verduras ricas en vitaminas A y C (zanahorias, papaya, guayaba, naranja, mandarina, lima, limón y piña)
• Acudir al médico si se presentan síntomas
• Tomar agua y mantenerse activo
Si se corrobora la enfermedad, para no contagiar:
• Visitar al médico para que establezca el diagnóstico y tratamiento y no medicarse en ningún caso
• Permanecer en reposo en casa, hasta que no haya síntomas
• No saludar de mano ni de beso
• Cubrirse nariz y boca al estornudar
• No escupir en el suelo
• Utilizar cubrebocas, tirar el pañuelo desechable en una bolsa de plástico y estornudar sobre el ángulo interno del codo
• Una vez transcurridas 24 horas sin ningún síntoma, se puede regresar a las labores habituales
¿Cuándo acudir al médico?
Personas sanas con:
•Fiebre
• Dolor de cabeza, de garganta y en el cuerpo
• Sensación de cansancio intenso
Personas con problemas pulmonares, cardiacos o diabéticos con:
• Fiebre
• Dolor de cabeza, garganta y cuerpo
Adultos con síntomas de alarma:
• Fiebre alta y dificultad para respirar
• Síntomas de trastorno de la conciencia
• Vómitos o diarrea persistentes o severos
• Agravamiento de una enfermedad crónica
Niños con síntomas de alarma:
• Fiebre alta y dificultad respiratoria
• Aumento de la respiración
• Si no despierta o muestra gran irritabilidad
• Presentación de convulsiones
• Rechazo a tomar líquidos
• Vómitos o diarrea persistentes o severos
Se recomienda que a los enfermos los acompañe únicamente una persona a las unidades de atención sanitaria
Atención telefónica y por Internet
• Líneas de nformación sobre la influenza: 01800 1231010, y en el Distrito Federal: 5658 1111 y 5533 5533
• Gobierno del DF, chat de orientación y enlaces informativos: www.df.gob.mx/index.jsp
• Foro en línea sobre la infuenza de la Secretaría de Salud: http://foros.calderon.presidencia.gob.mx/
• Página de la Secretaría de Salud federal con diversos enlaces informativos: http://portal.salud.gob.mx
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