Regocijo
Por Emiliano González
Cuando voy por las calles
de esta ciudad divina
y mis ojos se detienen
en los pechos, en las nalgas,
en los rostros encantados
y en las sublimes piernotas
pecosas, gordas
y sabrosas
de las rientes muchachas
pienso:
¡Las mañanas tienen
la falda
cada vez más corta!
1 Comments:
creo que me estoy aseñorando, pero: ¿dónde quedó Garcilaso?
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