sábado, mayo 03, 2008

LUCEROS EN HUELGA DE HAMBRE

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Mi amiga la poeta y maestra hondureña Waldina Mejía está participando en una huelga de hambre, junto con sindicalistas, religiosos y artistas, en apoyo a cinco fiscales del Ministerio Público hondureño que piden desde el 7 de abril la destitución del fiscal general de Honduras, Leónidas Rosa, y del fiscal general adjunto, Omar Cerna.

Además, solicitan que la Fiscalía agilice y remita a los tribunales 16 casos de corrupción protegidos por la impunidad y la corrupción ministerial.
El grupo en huelga es de 30 personas, ubicados en la planta baja del Palacio Legislativo de Tegucigalpa.

Waldina envió el siguiente mensaje. Ojalá ustedes puedan difundirlo entre sus amistades y conocidos a fin de que se conozca este esfuerzo inédito en la historia de Honduras, y así ejercer presión para que la huelga de hambre no sea en vano y logre sus objetivos, además de que sirva de ejemplo para nuestras sociedades, que están siendo carcomidas por la impunidad y la corrupción política y criminal.

Si quieren saber más, puden visitar la página de los Fiscales Hondureños en Huelga de Hambre, y la página de noticias de Google.


LUCEROS EN HUELGA DE HAMBRE

por Waldina Mejía*

La exigencia toral de los fiscales en huelga: que sean llevadas a juicio las denuncias contra altos funcionarios públicos, políticos y empresarios corruptos, cuyos expedientes -denuncian los fiscales- están engavetados o "desacelerados".

En la noche sin Luna y cerrada por contaminados nubarrones, aquí y allá las pequeñas luciérnagas chisporrotean entre la oscurana y nos ayudan a intuir la senda. Esta vez, las luciérnagas son constelación: varios jóvenes fiscales hondureños -mujeres y hombres que mediante un exigente proceso de selección ganaron sus puestos años antes de nombrados políticamente sus actuales jefes superiores- nos dan el lucero de sus rectos principios, su valentía y patriotismo auténtico (que no es "actuación" para lograr prebendas personales) denunciando serias irregularidades en el funcionamiento del Ministerio Público.

Y como ya agotaron infructuosamente las instancias de denuncias oficiales -hace un año hasta ante el Consejo Nacional Anticorrupción y ante el Comisionado de Derechos Humanos- en vez de cejar, valientemente, se declararon en huelga de hambre desde el siete de abril en los bajos del Congreso Nacional, esperando llamar la atención, sobre todo, de la ciudadanía honesta.

La exigencia toral de los fiscales en huelga: que sean llevadas a juicio las denuncias contra altos funcionarios públicos, políticos y empresarios corruptos, ladrones del empobrecido pueblo de este empobrecido país, por obra y gracia de su latrocinio, cuyos expedientes -denuncian los fiscales- están engavetados o "desacelerados". Para ello, piden constituir una comisión consensuada entre ellos y el Congreso Nacional con fiscales y personas honorables sin vínculos o compromisos partidarios, económicos o familiares (o sea, casi cualquier diputado y alto funcionario) para revisar y corregir las irregularidades. "Ilusos", como los ha llamado el Fiscal General Leónidas Rosa Bautista. "Patriotas", como los reconoce el pueblo hondureño.

Por este modo de ser "ilusos", algunos han sufrido la represión sutil o hasta evidente en forma de traslados arbitrarios a otras fiscalías o a otras localidades, propiciada por la falta del reglamento pertinente, por lo que elaborar y aprobar éste es otra de sus exigencias. Por este modo de ser patriotas, han logrado nuclear el apoyo espontáneo de los más diversos grupos a medida que ha ido conociéndose esta valiente huelga de hambre por los hondureños -a pesar del sesgo de los principales medios de comunicación.

Comenzaron aislados los fiscales Jari Herrera, Soraya Morales, Víctor Fernández, Luis Santos; luego se agregaron Elmer Díaz, Sara Aguilar, Eduardo Díaz y Juan Carlos Griffin, apoyados por varios colegas.

Estos jóvenes hombres y mujeres, agrupados en la Asociación de Fiscales, llevan ya varios años en la batalla de agujerear la oscurana de la corrupción, y el pueblo hondureño los conoció cuando en el 2004, estuvieron en las manifestaciones públicas de su Asociación que llevaron a la renuncia del anterior Fiscal General Ovidio Navarro, quien ayudó a un ex presidente investigado (por cierto, uno de los expedientes dormidos es sobre el ex Fiscal). Las organizaciones populares, gremiales y similares han venido en deterioro debido a la pérdida de los ideales sociales y la misma corrupción de varios de sus dirigentes. Pero estamos seguros de la honestidad de estos patriotas fiscales a la luz de sus pasadas y actuales actuaciones, y ahora que se comprometieron en tan enorme y trascendental lucha, nos sacuden el escepticismo y la modorra y nos hacen renovar la fe: esta Honduras querida aún tiene remedio. Y por eso me integré a la huelga desde el 21 de abril, representando a mi gremio magisterial.

Entre los grupos que apoyan esta huelga histórica -que siguen creciendo- están iglesias evangélicas (hoy con un sorprendente discurso de justicia legal y social aquí en la Tierra), la iglesia católica (de accionar social), estudiantes, artistas, maestros,
mujeres, como ciudadanos o reunidos en sus sindicatos, gremios, organizaciones no gubernamentales, etc. El 24 se agregaron un sacerdote católico y tres representantes organizados; el 26 ya eran 24 las personas en huelga de hambre. El 27 se agregó el pastor de la iglesia que ha apoyado decididamente (mucho antes que las otras organizaciones) y con él, varios de sus feligreses. El 28, varios miembros del Comité de Pueblos Indígenas de Honduras y sigue la cuenta a 30 hasta ahora. El 29 se realizó una gran manifestación de todos las organizaciones que apoyan este gran causa, y continúan las acciones y adhesiones, para que entiendan los "mandamases" que el pueblo hondureño ya está harto de tanto abuso e impunidad.

Con la creciente presión popular en todas sus manifestaciones, los hondureños vamos a ganar esta ardua batalla por empezar a romper el "orden" "institucional" que protege a los grandes corruptos que nos han secuestrado a Honduras. Luego debemos pelear para cambiar esas "leyes" que reparten los sensibles cargos del Ministerio Público y la Corte Suprema entre los partidos conservadores corruptos, y después…

Lo mejor es que grupos muy disímiles estamos aprendiendo a coordinar y trabajar en tolerancia tras el lucero común de un verdadero estado de derecho, de una verdadera democracia, de un país para todos, para todas.

*Profesora y escritora