lunes, septiembre 25, 2006

El Dandy y otros excesos

Pues, por fin, el viernes el Dandy del Infierno me hizo el honor y nos reunimos en conocido bebedero de rancia alcurnia a deglutir dos ánforas de Bacardi y viandas varias, en compañía del Luillo, el primo del Dandy (que es igualito al Joselo de Café Tacuba; incluso me contó que una vez se hizo pasar por él en Acapulco), y el artista plástico-poeta-instalador (cuyo nombre no recuerdo, pero me cayó rebien).

Entre las cosas harto profundas que se discutieron en la mesa recuerdo que el Dandy y yo estuvimos de acuerdo en que la película High Fidelity es la más grande película protagonizada por John Cusack y con la que se consagró Jack Black, mucho antes de que hiciera mamucadas como School of Rock o Nacho Libre.

También les leí el post de Mayra Luna acerca de la cruda en las sociedades de control (que imprimí y pegué en mi libreta de apuntes) y coincidimos en que los dos principales defectos de la bella y talentosa Mayra es que vive en Tijuana y tiene novio.

El Dandy me contó que un imbécil contador en la oficina donde trabaja se había atrevido a decirle que un oficio que le entregó estaba mal escrito. No supo qué le daba más ganas: si atarcarse de la risa o patearlo en la nuca hasta dejarlo inconciente.

También hablamos de la perversión de Hitchckok, de microficciones, de viajes a Argentina, de mujeres, de trabajos y jefes a los que aborrecemos y otros asuntos sin importancia.

El Dandy no andaba en sus mejores noches. Como había empezado a beber desde la tarde, a las 10:30 ya estaba hasta las chanclas (eso decía él, pero yo lo veía bastante bien). En cambio, en la mesa de enfrente, pletórica de chicas guapas, a una de ellas se le subieron los tragos y la tuvieron que acostar en el suelo para que se le pasara el mareo (!).

Decidimos emigrar a un antro conocido como el Under y allí nos encontramos a Mayte, a su novio y a su amiga la argentina que una vez me dijo en una fiesta que si me creía mucho porque dizque le copiaba el look a Michael Moore. Deveras. Ella lo negó, pero soy bien rencoroso y no perdono las afrentas.

El DJ estuvo muy bien, pinchando rolitas de nostalgia. Yo me la pasé comprando chelas y regalándoselas a las damiselas guapas, algunas me lo agradecían y sonreían, pero otras nomás las aceptaban como si deveras se las merecieran.

Al punto en que sonó "Song 2" de Blur, perdi el juicio definitivamente y empecé a saltar y a bañar al personal con cerveza, hasta que el primo del Dandy me dijo que unos tipos estaban dispuestos a madrearme, pero que él los persuadió diciéndoles que ya nos íbamos.

Feliz y con el alma y la playera totalmente empapadas, alunicé sin contratiempos en la cueva a las 4:27 am.

(Más o menos recuerdo que todo eso efectivamente sucedió. Y si no fue exactamente así, peor para la realidad).

2 Comments:

Blogger Rogelio Flores said...

Maestro, gracias por sus líneas y las finezas de siempre.
Corresponderé a este texto con mi versión de los hechos. Nomás le adelanto una impresición, no lo quisieron madrear cuando lo de Song 2. Quisieron madrearlo desde antes, ¿a poco no se dio cuenta, si desde que llegamos se dedicó a bañar a los demás? Por cierto, mi traje de Juliancito Bravo también fue víctima de sus exabruptos etílicos, que por otra parte, estuvieron de huevos.
Un abrazo dandístico.
Rog

5:55 p.m.  
Blogger Unknown said...

saluuuud!!!

abrazos

1:17 a.m.  

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