martes, agosto 08, 2006

Ya enseñaron el cobre...

por Jesús Gómez Morán

Calderón ya enseñó el cobre: como los reyezuelos de antaño, su desempeño va en función de la investidura que detentan, y haciendo como que ya se la creyó, se presentó hace una semana delante de los flamantes jueces del Trife a tirarles línea y, antes siquiera de tomar posesión, su veredicto del sábado reciente ha evidenciado que la tan mentada independencia de los tres poderes federales, de facto, no es tal. Acorde a su hipocresía, tanto él como sus correligionarios tratan de abonar para su causa los errores de sus contrincantes, apelando a la cortedad de memoria que suele caracterizar al grueso de nuestra población. Así, el ideal pretexto de la avenida Reforma bloqueada es argüido por los panistas para apelar a favor de la ciudadanía capitalina afectada por tal medida, sin el menor recato posible de ponerse a meditar que una buena parte de esa ciudadanía, la que en su momento eligió a López Obrador como su jefe de gobierno, fue denostada por la campaña negra electoral que ellos, los panistas, promovieron, dado que al impugnar al susodicho gobernante estuvieron calificando como estúpidos a los electores que lo llevaron al poder. Y ahora quieren convertirse en sus paladines defensores: ¿quién los entiende? Lo único cierto es que dejar que todo este proceso de calificación electoral fluya como va, tenemos en puerta otros seis años en el vacío y si se ejecuta la alianza de los operadores panistas con la Gordillo las molestias que el actual plantón ocasionan serán vistos, a largo plazo, de poca monta.

El Trife ya enseñó el cobre: obedientes a la voz del amo, la decisión de los magistrados se halla envuelta en una lógica estrictamente burocrática, refrendando así la tradición priista de que, después de la elección, el presidente en funciones no es el vigente, sino el que (supuestamente) venció en las elecciones. De esta forma se constata la impresión generalizada de que el pacto social sustentado en las instituciones está roto. Prácticamente ninguna institución ha quedado en funciones luego del embate neoliberal al Estado mexicano: los institutos de seguridad social están totalmente rebasados, la estructura política vigente no satisfacen las necesidades de la mayoría e incluso los centros educativos (rubro en el que hasta la UNAM ha sucumbido, merced a que las decisiones administrativas están por encima de las académicas) supeditados a los recursos estatales ya no cumplen la tarea que históricamente llevaban a cabo. Eso sin mencionar cómo la administración del Fox dio al traste con la jerarquía de respeto que detentaba la figura presidencial, lo mismo que con la doctrina que regía la política exterior de México, así como con lo único positivo que se forjó durante el sexenio zedillista, que fue la transparencia en el trabajo del IFE para organizar y contabilizar las elecciones federales. Y para no desentonar, el Trife valoró lo legal por encima de lo justo. Institucionalmente hablando pues, el país está en ruinas. En tales condiciones, lo único confiable es el poder del dinero.

Los intelectuales ya enseñaron el cobre: la medianía que caracteriza a la dizque clase pensante de nuestro país ha demostrado que se trata de un sector de socialistas (o de "ideólogos progresistas") aburguesados. Y no porque las molestias generadas por el plantón sean menores o indispensables (ya que de gente de cultura hablamos, déjenme citar a Julio Cortázar, iluminada pluma que ya había retratado semejante situación, pues más allá de que con el campamento en Reforma asistamos a una circunstancia en vivo y a todo color de “La autopista del Sur”, dado que en esta micro ciudad ya se han producido tanto decesos como nacimientos, en “La foto salió movida” de la colección de textos titulada Historias de cronopios y de famas hay uno en el que un cronopio se asusta porque encuentra "la azucarera llena de dinero, los tranvías llenos de rosas y la guía de teléfonos llena de música": basta que nos desplacen, las cosas del lugar en que las ponemos para que sintamos, dentro de nuestro confort domesticado antes que doméstico, que el mundo se nos venga encima) pues en todo caso quien esto escribe, estando al margen de sus consecuencias, estimo que más que valorarse como un sacrificio en aras de un bien mayor, se sustentan en el desconcierto de que los dirigentes de este movimiento de resistencia se están desquitando no contra quienes se las hicieron, sino contra quienes tenían más a la mano. Por esto mismo resulta vergonzante la postura de un Monsiváis, que figuró como telonero en la Segunda Asamblea Informativa, desmarcándose en su apoyo cuando se llevó a cabo el plantón en Reforma, siendo que él ni siquiera ha sido afectado en lo personal por estas medidas, pero eso sí bien que le abonan un terreno de coincidencia, que hasta el momento no se había dado (por lo menos no con ningún nombre de “peso”), con los dirigentes del PAN. De ahí al desplegado de “intelectuales” tan comprometidos como Krauze, Soledad Loaeza et al. no había más que un paso. De ahí a legitimar al Calderón entronizado no hay más que otro. Por eso cuando hablé de cortedad de miras generalizada de muchos de nuestros conciudadanos estaba refiriéndome también a tan brillantes personalidades: la miopía de esta autoproclamada clase intelectual les impide ver que acentuando la demanda del “voto x voto, casilla x casilla” (miopía que se reproduce cuando se afirma que tal demanda es manifestada por un solo hombre, siendo que la consigna como tal salió de la misma ciudadanía inconforme) se mataba dos pájaros de un solo disparo a cual más trascendente: la claridad y certeza de los sufragios emitidos el pasado dos de julio y el mantenimiento de las tibias comodidades defeñas.

En fin que en la actual crisis política parece que todo mundo necesita urgentemente unos anteojos, porque nadie está haciendo lo que corresponde para evitar que la bola de nieve (o de granizo como la que Tláloc envió hace una semana a modo de castigo para los conflictuados en sus convicciones habitantes capitalinos) siga creciendo …

Con un plantón de inconformidad instalado en el corazón

1 Comments:

Blogger Gerardo de Jesús Monroy said...

Todas estas son formas también de la hipocresía.

11:53 a.m.  

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