viernes, agosto 29, 2008

Femenina

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por Mario de Sá-Carneiro


Yo quisiera ser mujer para poderme extender
al lado de mis amigos, en las banquitas de los cafés.
Yo quisiera ser mujer para poderme poner
polvo de arroz en la cara, delante de todos, en los cafés.

Yo quisiera ser mujer para no tener que pensar en la vida
y conocer muchos viejos a quienes pedirles dinero.
Yo quisiera ser mujer para pasar el día entero
hablando de modas y chismes muy entretenida.

Yo quisiera ser mujer para tocarme los senos
y aguzarlos al espejo, antes de irme a acostar.
Yo quisiera ser mujer para que se me vieran bien estos enredos
que en un hombre, francamente, no se pueden disculpar.

Yo quisiera ser mujer para tener muchos amantes
y engañarlos a todos, igualmente al predilecto.
Cómo me gustaría engañar a mi amante rubio, el más esbelto,
con un muchacho gordo y feo de modos extravagantes.

Yo quisiera ser mujer para a quien me mirara excitar.
Yo quisiera ser mujer para poderme negar.

París, febrero de 1916.

Traducción del portugués: Mario Bojórquez.
Tomado de la revista Biblioteca de México 105 (mayo-junio 2008).


***************

Mario de Sá-Carneiro fue un poeta y novelista portugués nacido en Lisboa. Heredero del simbolismo y gran amigo de Fernando Pessoa, fundó junto a éste, la revista Orpheu en 1915. De estilo poético muy parecido, se dice que fue Sa-Carneiro el que influyó hondamente en Pessoa. En su corta vida escribió un libro antisemita titulado La invasión de los judíos, y quizá su obra de mayor interés: La confesión de Lucio, considerada como una de las más innovadoras novelas de la literatura peninsular de nuestro siglo. En ella están presentes tres de sus obsesiones dominantes: la del amor pervertido, la de la anormalidad avanzando hacia la locura y la del suicidio.

Su obra, breve como su vida, es una profunda búsqueda del yo interior, en ella se manifiestan la tristeza de haber crecido sin su madre, quien muere cuando el poeta tenía dos aos de edad, y el autoescarnio por considerarse a sí mismo un hombre poco agraciado en las lides amorosas. Meses antes de suicidarse conoció a una muchacha con la que vivió un romance intenso que le provocó una tremenda angustia por motivos monetarios, lo que lo empujaría a tomar la fatal decisión.

Aunque publicó varios libros de prosa y de poesía, tan sólo en 1946 una editorial acabó por reunir sus poemas que componen el eje central de su obra. En los últimos meses de su vida fue oscilando entre el exceso y la caída, entre los paroxismos de un frenesí sensorial al que se entregó delirantemente y en la persistencia de un infinito que no conseguía atravesar. Esto lo llevó a soportar cada vez peor el paso de los días, hasta buscar en la muerte el último y más glorioso de los esplendores.

El 26 de abril de 1916 se suicidó en París cuando apenas contaba veintiséis años. Ese mismo día Fernando Pessoa le había enviado una carta que ya no recibió. Antes de zambutirse cinco frascos de estricnina en su cuarto de hotel, se vistió de frac como para una gran ocasión y escribió "Yo no soy yo ni soy el otro, soy algo intermedio”.

Para leer más:

"Mario de Sá-Carneiro, el amigo suicida", de Cidália Alves dos Santos.

"Canción y muerte del poeta", en la Revista Ñ, del diario Clarín.

Dossier con poemas y ensayos sobre Mario de Sá-Carneiro en triplov.com (en portugués).

El poema "Manicura" de Mario de Sá-Carneiro, traducido por Mijail Lamas.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Interesante la entrada, especialmente porque yo, siendo un admirador de los poetas simbolistas, no sabía de la existencia de ese perturbado poeta que quiso por un día ser mujer. Por cierto que los motivos que dio eran de peso. Me parece interesante tu oblogo. Saludos!

9:34 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

quise decir omblogo

9:35 a.m.  

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