jueves, febrero 14, 2008

Dos tipos de amigos

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El autor de Auto de fe
“Hay dos tipos diferentes de amigos, a los que se les asigna posiciones distintas. A unos los declaramos amigos, los enaltecemos ante todos, los nombramos, alabamos y elogiamos, nos referimos a ellos como a las columnas o soportes del firmamento privado. Hablamos de ellos como si estuvieran siempre disponibles, y lo están. Sus lados débiles nos resultan tan conocidos como los fuertes y, como si fueran inquebrantables, les exigimos las cosas más difíciles. Pueden ser todo esto y a veces más que un hermano; les atribuimos desinterés y altruismo aunque no sean capaces de ellos. En estos amigos lo más importante quizá sea que todo el que nos conoce, también sabe de ellos.

“El otro tipo de amigos son los que mantenemos ocultos. A éstos no los nombramos, evitamos hablar de ellos, los mantenemos a distancia y los vemos raramente. No indagamos en sus vidas, tienen atributos que ignoramos. Pero aun aquellos a los que de algún modo conocemos (porque son demasiado ostensibles) permanecen intocados, a tal punto que pueden sorprendernos en cada nuevo encuentro. Son mucho más raros que los amigos declarados.

“A los ocultos los necesitamos sobre todo porque casi nunca recurrimos a ellos. Están ahí como los últimos recursos de una vida, pues podríamos recurrir a ellos. Su posición es inquebrantable, aunque no siempre son concientes de ella. Puede ocurrir que se asombren cuando alguna vez nos dirigimos a ellos. Su consejo seria decisivo, y lo sería tanto que, en general, preferimos renunciar a él, pero nos gusta imaginar cómo nos pondríamos en marcha hacia ellos, una peregrinación que no debe resultar muy difícil y a menudo se interrumpe antes de alcanzar su meta, aunque jamás acaba en un rechazo”.

Elías Canetti (1905-1994)

1 Comments:

Blogger Carmen said...

Me vino un dejavú al leer esto, lo tengo presente en una conversación que tuve contigo, mmhh..,decías más o menos lo mismo y llegabas a ese punto, el de los amigos ocultos, que no molestan, que no les llamas, pero sabes que estan ahí. No se porque yo también hago lo mismo, rehuyo la peregrinación a la Meca aunque pueda ir en algo más cómodo que en los lomos de un camello. Ahi estamos. Saludos

10:25 p.m.  

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