Mujeres
La idea es del poeta Mario Jaime. Pero ya la he contado tanto que a veces creo que a mí se me ocurrió.
Las mujeres se dividen en cinco categorías:
1) Las Diosas: sólo existen para que las adoren y casi nunca confraternizan con simples mortales. Tienes suerte si pasas frente a ellas y acaso te miran como si fueras una hormiga cargando un pedazo de hoja. Si haces esfuerzos sobrehumanos y logras que la Diosa baje del Olimpo y pernocte y hasta cohabite contigo, el riesgo de que, luego de que te abandone, quedes loco, te conviertas en alcohólico o te vuelvas gay (o las tres cosas al mismo tiempo), es muy alto.
2) Las Musas: Éstas si conviven y hasta cohabitan con los mortales. Les sirven de inspiración, pero algunos se aferran y hasta se terminan casando con ellas. El problema es que el matrimonio les cae de sobrepeso y generalmente se convierten en la peor pesadilla. Por eso, si se tiene la suerte de conocer a una musa, hay que amarla, aprovechar los raptos de inspiración y dejarla ir. De otra forma, no se puede escribir nada, pues son muy exigentes y rara vez se puede razonar con ellas.
3) Las Reinas: Son bellísimas y absolutamente terrenales. Aunque en general se comportan como si fueran divinas e inalcanzables, como las Diosas, en realidad de inmediato enseñan el cobre ante un buen carro y una cartera repleta. Eso sí: exigen que se les trate como si de verdad fueran de la realeza y tienden a tener gustos y caprichos extravagantes, tales como exigir casa en Las Lomas o El Pedregal, camionetota con chofer, casa de campo en Teques, inscribir a los hijos en colegios particulares y, a determinada edad, la lipo, el botox o la cirugía facial.
4) Las Hembras Humanas: Todos las conocemos: generalmente provenimos de una de ellas, otros las tienen de hermanas y otros hasta las tienen como hijas. Sirven para perpetuar la especie.
5) Los Monstruos Lovecraftianos: Aunque algunos dudan de su existencia, en verdad existen y se las encuentra uno en el lugar menos esperado: estaciones del Metro, microbuses, balnearios populares, playas en Semana Santa. Algunos depravados hasta las cortejan y terminan casándose con ellas y procreando otros especímenes para engrosar la abisal nómina de Cthulhu.
3 Comments:
jajajajaja...muy bueno...
O soy mala para el autoanalisis o a usted le hace falta vivir más Maese.
¿O sea que me falto alguna categoria?
Se aceptan propuestas.
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