miércoles, septiembre 21, 2005

Hay de pedradas a pedradas

Siempre es triste y lamentable la muerte de personas en un accidente, pero con lo del helicopterazo del Secretario de Seguridad Pública Federal, Ramón Martín Huerta, uno no puede dejar de recordar que hace meses, cuando lo del linchamiento de policías en Tláhuac, le preguntaron por qué no había ordenado que se utilizaran los helicópteros de la PFP para llegar al lugar de los hechos si es que había tanto tráfico en la ciudad, el mismo Martín Huerta argumentó, cándidamente, que era muy peligroso usar esos vehículos en una situación semejante porque los podían tirar de una pedrada.

Pues bien, no fue precisamente una pedrada la que derribó su helicóptero, pero sí una montaña.

2 Comments:

Blogger Magda Díaz Morales said...

Lo que sicedió es que había mucha niebla y el piloto perdió la ruta. Los helicópteros son fuertes, pero a la vez con cosas inimaginables caen, que pena.
Este señor estaba reformando los penales, quería que estuvieran en mejores condiciones, pero... en fin, que tristezxa que esto haya pasado. Descanse en paz él y sus 8 acompañantes.

11:51 p.m.  
Blogger Ana Soria said...

Así es la ley del karma analizándolo desde un punto de vista metafísico. El desplome del helicóptero sin caja negra integrada levanta sospechas, la verdad no me quedo con la versión oficial y mucho menos cuando "TÚ" presidente informa de "un accidente" y no prevé una investigación inmediata, ¿raro no?.

8:22 p.m.  

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