miércoles, mayo 01, 2013

Asamblea de poetas



por Guillermo Vega Zaragoza

Habitados por muchas voces,
poseídos de poesía,
entonamos gritos de luz
desde la más alta tribuna de la angustia.

El primer poeta pasa al frente.
Levita y corbatín,
con audaces formas clásicas,
se sacude el pasado romántico
y danza en un homenaje de escarcha.

Al pizarrón el segundo poeta.
Ocasión de la mujer y la carne,
largos cabellos y mirada perdida,
enciende un cigarrillo
y con las volutas escribe su nombre
que se esfuma
en infinito vaivén de caderas.

Turno del tercer poeta.
Cabizbajo y aterido.
Con la tinta de su sangre,
escribe su nombre en un trozo de papel.
Moroso,
lo dobla y arroja al vacío.
Se le pide que lo escriba de nuevo,
en la arena.
No lo recuerda.
No escribe nada.
Se hunde en el silencio.

Los poetas restantes
deciden callar.
Para siempre.